LOS NIÑOS Y LAS MUDANZAS I

Mudarse puede interferir con las amistades.

Para un niño llegar a un nuevo colegio, al principio le puede parecer que los demá;s niños tienen un amigo predilecto o que otros tienen sus grupos de amigos, por lo que puede tener la sensación de verse excluido. El niño tiene que adaptarse a un nuevo entorno, lo que le puede causar apatí;a y ansiedad.

Los niños y la guardería

Los niños en edad de guardería;a o de primer grado son particularmente vulnerables a una mudanza de la familia porque en su proceso de desarrollo ellos está;n en la etapa de separarse de sus padres, de ajustarse a nuevas figuras de autoridad y a grupos de compañeros. La relocalización puede interferir con el proceso normal de la separación, causando una regresión y una relación de mayor dependencia hacia sus padres. En general, mientras mayor es el niño, más difícil se le hará; el mudarse porque su grupo de amigos tiene una gran importancia para é;l o ella. Los pre-adolescentes y los adolescentes protestará;n repetidamente de la mudanza y pedirá;n permiso para quedarse en su pueblo natal con la familia de un amigo. Puede que algunos jóvenes no hablen acerca de su aflicción, de manera que los padres tienen que estar alerta a algunas señales de aviso sobre una posible depresión, incluyendo cambios en el apetito, retraimiento, deterioro en los estudios, irritabilidad, cambios en los patrones de dormir y otros cambios dramáticos en el comportamiento.

Los niños que parecen estar deprimidos por una mudanza podrían estar reaccionando menos a la relocalización que al estrés de sus padres al establecerse en un á;rea nueva. Algunas veces uno de los padres está; en contra de la mudanza y los niños lo captan y reaccionan a la discordia familiar.

Si el niño demuestra señales persistentes de depresión o de tensión, los padres pueden pedirle al médico de familia, al pediatra, o a la seguridad social que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien podrá; diagnosticar y tratar los problemas físicos y emocionales que puedan estar afectando al niño como resultado del estrés. El psiquiatra de niños y adolescentes puede también ayudar para que los padres aprendan cómo hacer que la nueva experiencia se haga más fácil para toda la familia.

Como hacer má;s fá;cil la mudanza

Para hacer que la mudanza se le haga más fácil a los niños y a los padres, se pueden seguir los siguientes pasos: explicarle claramente a los niños por qué; es necesario el mudarse, familiarizar al niño lo mejor posible con el á;rea nueva, ya sea mediante mapas, fotografías o usando el periódico diario, describir las ventajas de la nueva localización de manera que el niño pueda apreciar factores como lagos, montañas o un parque de diversiones, si un hijo o hija está; en su último año de secundaria, considere la posibilidad de permitirle quedarse con una familia de confianza hasta que termine el año escolar.

Mientras más frecuentemente se mude la familia, más importante es la estabilidad interna de la familia. Con la atención adecuada de los padres y con ayuda profesional, de ser ésta necesaria, la mudanza puede resultar en una experiencia positiva de crecimiento para los niños, conducente a un aumento en la confianza propia y en la habilidad de relacionarse con otras personas

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